La puesta en valor del icónico espacio público tuvo perlitas y momentos únicos

El reciente acto de reinauguración de la plaza Marqués de Sobremonte en la Villa de Merlo no solo destacó por la esperada renovación de un espacio público icónico, sino también por los momentos cargados de simbolismo y emociones que se vivieron durante el discurso del intendente Juan Álvarez Pinto.

En su intervención, el jefe comunal repasó los logros de su gestión, donde subrayó la importancia de esta obra como un compromiso de su administración con la comunidad.

Su alocución tuvo pasajes emotivos, al punto de llevarlo a las lágrimas, así como momentos de reflexión sobre el legado de su gestión. "Quienes tenemos grandes responsabilidades en el gobierno permanentemente pensamos cómo se nos va a recordar cuando ya no estemos. Nuestra gestión municipal no tengo dudas que se va a recordar por muchas cosas: por haber ordenado el municipio, haber solucionado problemáticas, respondido las redes, por haber afrontado esa difícil pandemia, por enfrentar grandes adversidades climáticas. Pero, con lo que estamos haciendo en el día de hoy, no tengo dudas que se nos va a recordar como la que puso en valor la plaza de Sobremonte y permitió que los merlinos nuevamente se sientan orgullosos de su plaza", expresó.

Sin embargo, uno de los momentos más comentados fue cuando Álvarez Pinto agradeció irónicamente a sus opositores, generando un sinfín de comentarios entre los asistentes, especialmente del ámbito político local. "Gracias a los detractores, a los que no confiaban que íbamos a terminar esta obra, gracias porque nos motivaron a terminarla", lanzó.

Un detalle que no pasó desapercibido fue la reacción del locutor del evento, quien aplaudió fervorosamente las palabras del Intendente, lo que causó sorpresa entre los presentes por su exagerada demostración de apoyo al oficialismo.

Esto desató una serie de comentarios que fueron desde un discreto "¿era necesario?" hasta un más contundente "se pasó de rosca” o “se comió el traje”.

Pero eso no fue todo, el conductor le puso la frutilla al postre. Cuando se preparaban para cortar la cinta, le dio un cálido y efusivo abrazo al padre del Intendente y ex primer mandatario merlino, Jorge Timoteo. La llamativa demostración pareció haber sellado un capítulo de años tensiones entre ambos. ¿Nuevo comienzo o teatralidad innecesaria?

Solo faltaron los pochoclos y la mascota del Presidente del Concejo.

La Tinta de Pierre.